Fundación PROCASMU inició ciclo de talleres para comunicadores sobre información científica

Fundación PROCASMU inició ciclo de talleres para comunicadores sobre información científica

Con el objetivo de ofrecer a los profesionales de la comunicación las herramientas para acceder a información científica confiable en el contexto de la pandemia por COVID-19, la Fundación Humanitaria PROCASMU dio inicio a la “Academia para Comunicadores”, un espacio de capacitación, desarrollo profesional y actualización continua en comunicación médica, científica y ambiental.

“El objetivo es trabajar junto a los comunicadores para traducir los conceptos científicos y que la población pueda acceder a toda la información de mucha importancia en los tiempos que corren”, dijo el Dr. Raúl Rodríguez, presidente de CASMU, en el inicio del primer taller, denominado “Hablemos de vacunas”.

Esta instancia contó con las exposiciones de Gonzalo Moratorio, virólogo e investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y del Institut Pasteur de Montevideo; Daniel Hirschfeld, responsable de la Unidad de Prensa y Comunicación del Institut Pasteur; y Ruben Torres, presidente de la Federación Latinoamericana de Hospitales.

Como recomendación principal para los periodistas, Hirschfeld señaló la importancia de saber dónde buscar la información científica y a qué profesional recurrir de acuerdo al tema que se está abordando. “Los periodistas solemos tener dos o tres científicos de cabecera que siempre consultamos, pero hay que identificar si es la persona adecuada para hablar sobre ciertos temas, como por ejemplo las vacunas”, apuntó.

En el contexto de la pandemia, y más aún con el arribo de las vacunas contra el coronavirus (COVID-19), los científicos se han visto abrumados por consultas de medios y de la población en general, que muchas veces no pueden responder por no ser temas del área en la que se desempeñan. “Los científicos hemos organizado la cancha para hablar sobre los diferentes temas relacionados a la pandemia”, indicó Moratorio.

Hirschfeld apuntó hacia la importancia de brindar información confiable para no alimentar los temores y la incertidumbre presente en la sociedad.

“No hay que darle voz a los que no tienen datos”, expresó Moratorio, haciendo referencia a algunos grupos anti vacuna que, según el científico, no tienen sustento en sus argumentaciones. “El contraste de posturas se tiene que dar dentro del ámbito científico y médico, donde existen datos”, agregó.

Por otra parte, Hirschfeld indicó que la ciencia está en constante evolución y más aún en el tema del COVID-19 donde quedan muchos aspectos por investigar. Por eso, los científicos se ven enfrentados a situaciones en las que cambias sus posturas e información, lo que puede generar confusión. Como ejemplo, Moratorio se refirió al almacenamiento de las vacunas de Pfizer: “Si se conservan a -70ºC, duran seis meses; a -25ºC, dos semanas; y a temperatura de heladera, entre 2 y 4ºC, cinco días. Todas son válidas, pero es información que puede generar confusión en la población”.

Además, Hirschfeld sostuvo que las dudas que presenta parte de la población sobre la vacuna contra el COVID-19 no es nada nuevo y es recurrente en la generalidad de las vacunas, como el caso de la VPH (virus del papiloma humano), que se cuestiona si se administra o no a niños varones, o la de la gripe estacional, que muchas personas señalan que genera una afectación más fuerte. La periodista indicó que eso se debe a que los medios tratan poco los temas relacionados a las vacunas. “Su propio éxito hace que las vacunas sean cuestionadas, ya que permitieron erradicar enfermedades, y como esas enfermedades ya no existen, la gente duda”, destacó.

En su participación, el Dr. Torres hizo referencia a la situación epidemiológica en Argentina, país donde reside, y contó que allí los estudiantes y profesionales del ámbito médico y científico crearon la plataforma “Ciencia Anti-Fake News”, con el objetivo de combatir a la información falsa que surgió en relación a la pandemia.

Torres recordó el caso de un titular que mencionaba que los plasmas de convalecientes por COVID-19 podían combatir a la enfermedad, pero sin embargo estudios científicos pudieron demostrar que eso era falso.

Por otra parte, el médico se refirió a cómo los tratados de la Organización Internacional de Comercio influyeron en una desigual distribución de las vacunas, permitiendo que los países más ricos reservaran y adquirieran la mayor cantidad de dosis disponibles. En el promedio mundial, actualmente se ha vacunado al 3,13% de la población, y en Latinoamérica, exceptuando Chile y Brasil, todos los países están por debajo de ese promedio, informó.

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